Aunque aquí en Hey Sister! tenemos la suerte de poder hablar sobre nuestros períodos, nuestro ciclo, nuestro dolor y nuestros síntomas perimenopáusicos con nuestros colegas hombres (y ellos lo entienden, se solidarizan y comprenden cuando Jade se suma a nuestra reunión de los lunes desde la cama porque se siente un poco aletargada), sí recuerdo una vez, no hace mucho tiempo, cuando estaba hablando con mi mejor amiga del trabajo sobre nuestros ciclos y una MUJER, sí, una jefa, dijo: "Puaj, ¿puedes no hablar de eso? Es demasiada información y es asqueroso " .
Esto me lleva al blog de esta semana: ¿Cómo tratamos con personas que no lo entienden, que no entienden lo importante que es sentirse visto y escuchado cuando se trata de su período?
Menstruación: ¿Por qué no la tienen?
En un mundo en el que podemos hablar abiertamente de casi cualquier cosa, resulta desconcertante que la menstruación siga siendo un tema tabú. Ya sea una compañera de trabajo que se enfada cuando se menciona a la “tía Flo” o una pareja que piensa que el síndrome premenstrual es solo una excusa para estar de mal humor, tratar con personas que no lo entienden puede ser frustrante y aislante.
Rompiendo el hielo: hablar sobre la menstruación con personas no iniciadas
Escenario 1: La oficina con los ojos en blanco
Estás en una reunión, hablando tranquilamente con una colega sobre la frustración que te genera la inminente llegada del período. "Visita del Hada Roja". "¡Ah, también la mía! ", declaran ambas asintiendo con la cabeza. De repente, alguien pone los ojos en blanco ante la mención de los ciclos menstruales y se nota un cambio en la sala. ¿Qué haces?
Respuesta ingeniosa: “Oh, no te preocupes, nuestros ciclos no se están acelerando, ¡ pero nuestra productividad sí! ”
Consejo de empoderamiento: normalice la conversación vinculándola con la productividad y el bienestar. Explique cómo comprender los ciclos menstruales puede generar un flujo de trabajo más eficiente y un equipo más feliz.
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Escenario 2: El comentario “Todo está en tu cabeza”
Después de un largo día, expresas tu necesidad de un poco de cariño y atención extra, solo para escuchar: "¿Es realmente tan malo? "
Respuesta ingeniosa: “Solo si consideras que perder el revestimiento del útero, sangrar y lidiar con calambres todos los meses es 'malo '” .
Consejo de empoderamiento: comparta recursos, como artículos o documentales, que expliquen los aspectos físicos y emocionales de la menstruación. A veces, ver es creer, y la educación es clave para la empatía.
Amigos y familiares: el silencio incómodo
Escenario 3: La reunión familiar
Estás en una cena familiar y alguien te pregunta por qué estás tan callada y no tan atenta como de costumbre. Mencionas que tienes fuertes dolores menstruales y, de repente, todos están fascinados con su puré de papas.
Respuesta ingeniosa: “Les explicaría el milagro de mi útero, pero no quiero eclipsar el milagro de la cazuela de la tía Joan ” .
Consejo de empoderamiento: utilice el humor y los hechos para aliviar el malestar. Explique que la menstruación es una parte natural e importante de la vida, que merece respeto y comprensión.
Cerrando la brecha: cómo avanzamos
No será posible crear un mundo en el que todos lo entiendan de la noche a la mañana, pero cada conversación nos acerca a derribar barreras y acabar con el estigma. Al hablar con confianza sobre nuestros ciclos y educar a quienes nos rodean, nos empoderamos a nosotras mismas y a los demás para aceptar la menstruación como una parte normal y saludable de la vida.
Únete a la conversación
Nos encantaría conocer sus experiencias y estrategias para tratar con aquellos que simplemente no lo entienden.
Juntos podemos crear un mundo más comprensivo y solidario para todos.