En un mundo en el que la lucha por la igualdad de género sigue cobrando impulso, dos artículos (uno de The Guardian y otro de la Universidad de Sídney) arrojan luz sobre un tema del que se habla a menudo en voz baja, pero que rara vez se aborda abiertamente en el lugar de trabajo: el impacto de la menstruación y la menopausia en la vida laboral de las mujeres. Arrojemos luz sobre este tema y mantengamos una conversación abierta para explorar por qué es hora de que los lugares de trabajo reconozcan y apoyen a las mujeres en estas etapas naturales de la vida.
La visión de The Guardian: un llamado a favor de la licencia menstrual
Una encuesta reciente realizada por el bufete de abogados de Maurice Blackburn, destacada en The Guardian, revela una lucha sorprendente pero familiar para muchas mujeres. El 75 % sufre períodos dolorosos que afectan su trabajo y un preocupante 74 % se siente incómodo al hablar de esto con los gerentes, lo que demuestra que la salud menstrual no es solo un problema personal sino también laboral. La encuesta subraya la necesidad de un cambio en la cultura laboral, donde la licencia menstrual no sea solo una política sino una parte de sistemas de apoyo más amplios, al igual que las políticas de licencia por violencia familiar y doméstica adoptadas por algunas empresas progresistas.
Perspectiva de la Universidad de Sydney: se necesitan reformas legales y políticas
La Universidad de Sydney se hace eco de sentimientos similares, haciendo hincapié en la falta de consideración de la menstruación y la menopausia en las leyes laborales. Su investigación, centrada en el derecho internacional, revela un descuido flagrante: mientras que el embarazo y el parto reciben protección, la menstruación y la menopausia no. Esta brecha en los marcos jurídicos y de políticas afecta no sólo a la salud de las mujeres sino también a su estabilidad económica, ya que las actitudes hacia la menopausia cuestan a las mujeres australianas la asombrosa cifra de 17.000 millones de dólares en ingresos perdidos.
Por qué esto es importante para nosotros
En Hey Sister!, entendemos que los problemas menstruales y de la menopausia no son solo problemas de salud, sino también cuestiones de igualdad en el lugar de trabajo y justicia económica. Las molestias y el dolor que acompañan a los períodos o la transición a la menopausia no deberían ser obstáculos para el éxito profesional ni motivos para jubilarse anticipadamente. Abordar estos problemas de frente puede crear un entorno de trabajo más inclusivo, empático y solidario.
¿Qué podemos hacer?
- Diálogo abierto : comencemos por normalizar las conversaciones sobre la salud menstrual y menopáusica en el lugar de trabajo. Se trata de crear una cultura en la que las mujeres se sientan cómodas y apoyadas para hablar sobre sus necesidades.
- Políticas flexibles : empresas como Hey Sister! y Future Super son pioneras en licencias remuneradas por menstruación, menopausia y aborto espontáneo. Es hora de que más organizaciones sigan su ejemplo.
- Programas educativos : Brindar educación y recursos sobre la salud menstrual y menopáusica puede capacitar a empleados y empleadores para comprender y abordar estos temas de manera eficaz.
- Defensa y cambio legal : Podemos apoyar iniciativas e investigaciones, como las de Maurice Blackburn y la Universidad de Sydney, que abogan por reformas legales y políticas que reconozcan y protejan los derechos de salud menstrual y menopáusica.
Un paso hacia la verdadera igualdad
Mientras seguimos defendiendo el bienestar mental y físico, la empatía y la comunidad, luchemos también por el reconocimiento de la salud menstrual y menopáusica en el lugar de trabajo. No se trata solo de crear políticas, sino de fomentar un entorno en el que cada mujer se sienta valorada, comprendida y apoyada en todas las etapas de su vida. Allanemos juntos el camino hacia un futuro más inclusivo y equitativo.
Referencias:
Protección laboral necesaria para la menstruación y la menopausia
Sigue trabajando como si nada pasara y defiende la licencia menstrual remunerada