“¿Dramático, no?”: El dolor menstrual y las voces desdeñosas
Hablemos de algo que se ha mantenido bajo la alfombra durante demasiado tiempo: la desestimación del dolor de las mujeres, en particular cuando se trata de nuestros períodos.
¿Cuántas veces has escuchado decir: "Estás siendo dramática" o "No puede ser tan malo" cuando has compartido la agonía de tus calambres menstruales? Si estás asintiendo, debes saber que no estás sola.
Estamos aquí para decirles que su dolor es real, válido y absolutamente nada "dramático". Su útero está literalmente destrozando su revestimiento; no hay nada dramático en eso. Y para aquellas de ustedes que padecen trastorno disfórico premenstrual, endometriosis o adenomiosis, la intensidad se magnifica diez veces.
Así que, rompamos el silencio, recuperemos nuestras narrativas y naveguemos esto juntos.
El rechazo del dolor de las mujeres
Es una historia demasiado familiar. Estás acurrucada en la cama, agarrándote el abdomen, con lágrimas corriendo por tu rostro, y alguien te dice que "tómate un analgésico" o "todo está en tu cabeza". Esta actitud despectiva hacia el dolor de las mujeres está profundamente arraigada en nuestra sociedad, perpetuada tanto por los profesionales médicos como por las personas más cercanas a nosotras.
Los estudios han demostrado en repetidas ocasiones que el dolor de las mujeres suele subestimarse y tratarse de forma insuficiente. Es más probable que nos receten sedantes que analgésicos y, con frecuencia, nuestras preocupaciones se desestiman como "ansiedad" o "histeria". Esto no solo es frustrante, sino también perjudicial. Erosiona nuestra confianza en nuestro propio cuerpo, crea sentimientos de aislamiento y nos impide buscar la ayuda que necesitamos.
Entendiendo la realidad del dolor menstrual severo
Para algunas mujeres, el dolor menstrual no es solo una molestia, sino también debilitante. Afecciones como el síndrome disfórico premenstrual, la endometriosis y la adenomiosis pueden convertir esos calambres "normales" en una experiencia insoportable.
El trastorno disfórico premenstrual (TDPM) es una forma grave del síndrome premenstrual que provoca cambios bruscos de humor, irritabilidad, depresión y ansiedad durante la semana o dos anteriores al período menstrual. La endometriosis, por otro lado, se produce cuando un tejido similar al revestimiento del útero crece fuera de él, lo que provoca dolor intenso, sangrado abundante e incluso infertilidad. La adenomiosis es otra afección en la que el revestimiento del útero crece dentro de la pared muscular, lo que provoca períodos dolorosos y abundantes y un útero hinchado.
Estas afecciones no son simplemente "malas épocas". Pueden afectar significativamente tu calidad de vida, afectando tu trabajo, tus relaciones y tu salud mental. Es hora de que dejemos de minimizar su gravedad y empecemos a exigir que se reconozcan.
Cómo defenderse a sí mismo
En un mundo que a menudo desestima nuestro dolor, defenderse puede parecer una batalla cuesta arriba, pero es una batalla que vale la pena librar. A continuación, se ofrecen algunos consejos que le ayudarán a desenvolverse en el sistema de atención sanitaria y a comunicar sus necesidades de manera eficaz.
- Prepárese: antes de la cita con el médico, lleve un registro de sus síntomas, anote las preguntas que tenga y lleve una lista de los medicamentos o suplementos que esté tomando. El conocimiento es poder.
- Busque un proveedor de atención médica que le brinde su apoyo: si su médico actual no toma en serio sus inquietudes, no dude en buscar una segunda opinión. Hay muchos profesionales de la salud compasivos y expertos que lo escucharán y le brindarán la atención que se merece.
- Educa a quienes te rodean: habla con tus amigos, familiares y parejas sobre tu enfermedad. Explícales cómo te afecta y qué pueden hacer para apoyarte. Cuanto más comprendan las personas, menos probabilidades habrá de que desestimen tu dolor.
- No te conformes con actitudes desdeñosas: si alguien te dice que estás siendo "dramático", mantente firme. Recuérdale que tu dolor es real y que mereces ser escuchado .
Recuerda que no estás sola en esta lucha. Hay muchas mujeres que entienden por lo que estás pasando. Ponte en contacto con grupos de apoyo, comunidades en línea u organizaciones como Hey Sister! para conectarte con otras personas y encontrar la fuerza para seguir defendiendo tus derechos.
Es hora de reescribir la narrativa en torno al dolor de las mujeres. No somos “dramáticas”, no “reaccionamos exageradamente” y, sin duda, no “imaginamos cosas”. Nuestro dolor es real y merece ser reconocido y abordado.
Si sufres de dolores menstruales intensos, debes saber que tienes opciones. No dejes que nadie desestime tu experiencia ni te diga que "simplemente acéptalo". Busca proveedores de atención médica que te apoyen, educa a quienes te rodean y explora soluciones naturales que puedan ayudarte a controlar tus síntomas.
¿Cansada de que la desestimen? No está sola. Únase a la comunidad Hey Sister!, donde su dolor es comprendido, su voz es escuchada y las soluciones naturales están a su alcance. Cambiemos la conversación, juntas.